Los continuos cambios legislativos medioambientales, la necesidad de mantener la producción sin paradas no programadas, así como la mayor concienciación de empresarios, trabajadores y población en general, hacen que, cada vez más, las instalaciones de filtración cobren un papel importante dentro del proceso productivo.
Estos requerimientos hacen que las empresas tengan que adaptarse a los mismos, acometiendo reformas e inversiones, muchas veces sin mucho más criterio técnico que la oferta de un fabricante.
Pero ¿Sabemos realmente que instalación de filtración tenemos? ¿conocemos sus defectos e ineficiencias? Y lo más importante de todo ¿Conocemos realmente su potencial?
Nuestra experiencia nos ha demostrado que, ante lo subjetivo de la consideración de un déficit en la aspiración o la necesidad de reformas o inversiones, siempre cabe confrontar datos objetivos medibles y reales.
Una mala selección del ventilador, una media filtrante inadecuada para la aplicación, una secuencia de limpieza mal configurada, una red de conductos mal diseñada y regulada… Son múltiples las ineficiencias que perjudican seriamente a la instalación de filtración y que nos pueden hacer tomar decisiones erróneas por desconocimiento.
En la gran mayoría de los casos, con soluciones simples y con un desembolso mínimo, podemos llevar nuestras instalaciones de filtración al 100% de su capacidad y, a partir de ahí, decidir qué reforma o inversión acometer en caso de que sea necesario.
Nuestra recomendación es que se ponga en manos de técnicos especializados, le ayudaremos a tomar la decisión adecuada.